Me acostumbré

 " Me acostumbré"

Me acostumbré,
a mis heridas,
en áspera piel,
a la caída,
fuera de la piscina,
sobre las excusa.

Me acostumbré,
a sentir lo malo,
que lo bueno,
parecía esquivo,
a cometer errores,
que los aciertos,
los maté de orgullo.

Me acostumbré,
a sobrevivir y olvidar,
el azul de los días,
y solo el gris,
toda la luz cubría,
era perverso infiel,
a mis principios.

Me acostumbré,
a no ser líder,
era final del rebaño,
que mi decesión,
era tímida ausencia,
y mi voluntad,
una plebeya decadencia.

Me acostumbré,
a que mis penas,
eran las monedas,
de mi calderilla,
y siempre,
llevaba cambio suficiente.


¿Por qué acostumbrarse?