jueves, 30 de junio de 2016

A ese acantilado


"A ese acantilado"

Al alto acantilado,
llevé mis plegarias,
arrojé mis gritos largos,
en aquella costa solitaria,
el enojo de un cúmulo,
de grandes emociones,
de pequeños sentimientos,
abarrotados,
lágrimas adentro.

A ese acantilado,
Ahí donde abismo y mar se besan,
cayeron todas mis penas,
se rompieron entre rocas,
y otras quedadas en mi boca,
miedosas, enmudecidas,
se disfrazaron de rencor,
agazapadas a cualquier ocasión.
 

¿Se puede arrojar todo o queda algo?

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