martes, 30 de junio de 2015

Mi prisión imaginaria

 

“Mi prisión imaginaria”

Me olvidé de lo moderno,
volví al rincón de los cuentos,
de mi tierra llena de raíces,
busqué en sus fachadas,
en grietas de aquella pared,
el sabor tenue del ayer.


Santa Ana ombligo materno,
de una ciudad rodeada,
del coloso rey Atlántico,
nombrada en cien cuadernos,
con historia de fieros piratas,
de romances románticos,
y brindis en copas de plata.

Me abandoné a la imaginación,
Al amparo de una catedral,
Vegueta ahora era mi lugar,
era refugiarme en la prisión,
sin tener ninguna condena,
un encuentro muy especial,
que me hizo esa tarde temblar,
sin pedir por una vez, nada más.


¿Antiguo o moderno?

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